La perspectiva austriaca de la crisis actual

Como dije en el post anterior, estuve ayer en una conferencia sobre la perspectiva austríaca de la crisis. Aquí dejo a grandes rasgos lo que se dijo allí, para los muchos que no pudieron ir.

Debo decir que no concuerdo en muchas cosas de las que dice (de fondo y forma, irónicamente si que concordamos en algunas apreciaciones y en la realidad económica, que por ser sólo una, es difícil discordar). El escrito es MI resumen de las palabras DE Juan Ramón Rallo. Otro día ya escribiré mi propia opinión de esta escuela.

La teoría austriaca del ciclo

La teoría austriaca del ciclo económico intenta explicar cómo se distribuyen los escasos recursos de los que disponemos a lo largo del tiempo.

Así, debemos diferenciar entre el consumo inmediato de recursos, que nos da un beneficio semi-inmediato, y el uso de los recursos como medio de producción de consumos futuros.

Por lógica humana, todos vamos a preferir, al elegir entre el mismo bien, el consumo inmediato. Si ahorramos recursos y los invertimos en un proceso de producción de medio o largo plazo, en el que mientras tanto no podemos disponer de esos recursos, es por que esos bienes nos darán, o al menos eso intuimos, una utilidad mayor.

Así se generan las diversas preferencias sobre la asignación intertemporal de los recursos, a su vez, en los bienes de capital, la investigación, y los recursos que serán necesarios para el consumo futuro.

Claro está que estos recursos no son homogéneos. Los bienes de capital no pueden generalizarse como bienes de perfecta sustituibilidad porque no lo son. Es un entramado, una estructura de bienes de capital diferenciados, que debemos escoger cuidadosamente para nuestros planes futuros.

Para ello, para que nuestros planes estén organizados de forma óptima, la señales necesarias para esta asignación no deben estar “falseadas”.

Si lo estuvieran, la demanda de consumo tendría una cierta descoordinación entre los empresarios, que tenderían a la inversión de corto plazo, creando una reasignación de la demanda hacia estos bienes y forzando a empresas que intenten invertir en el largo plazo a disponer de menos recursos, creando ciertas desigualdades.

Estas señales pueden tomarse como los tipos de interés, la manifestación de las preferencias entre el consumo inmediato y futuro. Hay un agente que rechaza una cierta capacidad de compra, es decir, que rechaza el consumo inmediato, para obtener un beneficio que utilizará en el largo plazo, mientras otro agente dispone de esos recursos en el corto plazo. Los tipos de interés son los que “estabilizan” o informan de las preferencias intertemporales.

Sin embargo, estás señales pueden falsearse por la expansión del crédito.

Lo lógico sería pensar que en el sistema económico, por cada cantidad de recursos que alguien tenga “cedidos”, otro los tiene que tener prestados. Sin embargo, por el multiplicador bancario, esto no es así, y la base monetaria tiende a incrementarse, fomentando el endeudamiento a corto plazo y las inversiones a largo plazo.

Si los tipos de interés están muy bajos, el apalancamiento financiero es favorable para el endeudamiento, es beneficioso, y eso genera el incremento de la deuda, pero para que las inversiones sean rentables tienden a asignarse en procesos de largo plazo, con rentabilidades mayores.

Esto amplia el número de “malas inversiones”, que no puedan recolocarse o reinvertirse de forma rápida.

Las crisis son la purga de todas estas malas inversiones.

La perspectiva austriaca de la crisis.

A la hora de incluir la crisis actual en la teoría austriaca del ciclo económico, debemos dividir, o al menos así lo ha hecho su autor, el espacio temporal en tres fases.

En una primera fase, comprendida entre el 2001 y el 2006, podemos ver una cierta degradación en la liquidez.

Tras la crisis de las .com, en donde tras una fuerte inversión se vio que no se conseguían beneficios concretos y se liquidaron las inversiones rápidamente, la FED bajó los tipos de interés para incentivar el aumento de la demanda, para no entrar en un periodo de bajo crecimiento, lo cual incentivó el endeudamiento a corto plazo (se pedían muchos créditos) y la inversión a largo plazo (en viviendas).

A través de los balances de los diferentes agentes económicos podemos ver esta expansión de la deuda en donde los pasivos de corto plazo estaban muy por encima de los activos de corto plazo, creando un capital circulante negativo en muchos casos.

Vemos aquí como la sociedad empezaba a endeudarse a pasos agigantados, los beneficios se reinvertían en la inversión inmobiliaria, se creaba la sobrevaloración en el precio de la vivienda, e incluso los bancos tenían unos fondos que no podrían hacer frente a las contingencias que podrían derivarse de una crisis no prevista.

El autor utiliza el PER para ilustrar esto, el instrumento que mide la sobredimensión del precio de la vivienda, al seguir la evolución de su precio con respecto al precio del alquiler.

Cuando las materias primas empiezan a ser un recurso escaso, y a través de un “cuello de botella”, comienzan a reducirse los beneficios conseguidos por las inversiones.

En una segunda fase, comprendida entre el 2007 y el 2008, surge una cierta lucha por la liquidez.

Al aumentar la FED los tipos de interés, los agentes endeudados se quedan sin métodos para seguir pagando sus deudas (que tendían a endeudarse aun más). El sistema no tiene capacidad para seguir el proceso que venia realizando hasta el momento, y se desata la crisis de los impagos, primero de las familias, y más tarde de algunos bancos, que desatan el pánico entre el sistema económico, destrozando el optimismo y comenzando la recesión económica.

Se intenta prevenir todo el desarrollo de la crisis expandiendo el crédito, sin embargo los bancos, que seguían temiendo por sus propios balances y los de sus contrarios, hacen caso omiso y se cierran al préstamo.

En una tercera fase, comprendida entre el 2008 y el 2009, comienza el rescate de los diferentes gobiernos, en búsqueda de las medidas concretas que suavicen el ciclo y no estampen todo el sistema o lo lleven a la deriva. Claro que estas medidas pueden tener problemas morales para algunos, ya que incentivan el riesgo.

Una alternativa, y la solución austriaca a la crisis, es la reconversión de los acreedores en accionistas del banco.

La relajación de la FED para suavizar el ciclo podría repetir los fallos anteriores e iniciar de nuevo la burbuja inmobiliaria. Los planes de estímulo siguen invirtiendo en aquellos sectores que deberían “purgarse”, hecho que no se puede evitar ni omitir, según Juan Ramón Rallo, para el óptimo desenvolvimiento del sistema económico en el futuro.

El ciclo Kondratieff, una teoría de los ciclos.

Tras tener en la universidad una conferencia de corte liberal, uno de los profesores, en el tiempo de preguntas, ha sacado a colación un termino que jamás había oído. El ciclo Kondratieff.

El conferenciante ha pasado de largo en tal insinuación, tal como yo he hecho, por motivos de ignorancia más que otra cosa.

Así que me he puesto a buscar nada más llegar sobre qué demonios era, y lo que he encontrado es quizás aun mejor.

No es el primero, pero es como una de esas pepitas de oro que aunque no valga nada gusta sacar a relucir.

En este artículo, completamente en ingles, se explica el ciclo Kondratieff, y como eso afectaría a la crisis que estamos padeciendo desde 2008. Sin embargo está escrito en 2005, en julio para ser más exactos. Dos años y medio antes de que estallara todo por los aires. La causa de la crisis, el ciclo Kondratieff, que explica la generación de ciclos económicos de base capitalista en periodos largos de duración, entre 50 y 60 años, divididos en cuatro periodos.

El primer periodo, llamado “primavera” está asociado con la salud económica, la generación de la acumulación, el ahorro y la innovación. Sin incentivos perversos que nos desvíen del óptimo, la sociedad avanza de forma semi perfecta.

En toda economía, la actividad económica genera inflación, que es como el residuo que queda de toda producción (en términos muy bastos). Yo la asemejo a la propia entropía física, un proceso silencioso e inapreciable a pequeña escalara pero que se deja notar a niveles macroeconómicos. Además, como correspondencia a esta salud económica, el paro es relativamente bajo.

En el segundo periodo, el “verano”, la actividad empresarial comienza a tener sus altibajos. Las empresas han dejado atrás la negatividad (de la crisis del ciclo anterior) y el optimismo se vuelve a apoderar de los mercados, incluso de los no tan rentables o seguros. La actividad por tanto, podría decirse, se vuelve menos segura. (Como cuando después de quemarte por beberte la sopa nada más salir del microondas aprendes que debes soplar, pero al día siguiente vuelves a quemarte).

El nivel de inflación elevado obliga a los gobiernos a empezar a controlarlo. Por ello, pueden subir los tipos de interés, o reducirse la demanda, lo cual hará que algunas empresas, las menos preparadas empiecen a cerrar.

Los trabajadores comenzaran a estar en peores condiciones, ya que no se les hace tanto caso como en condiciones normales. Para no subir más la inflación, sus salarios se elevaran en menor cuantía, por lo que irán perdiendo capacidad adquisitiva.

Entre todo esto, la actividad económica estará siendo mucho peor que antes, pero en economía nada es homogéneo. Aparecerán sectores que parezcan panaceas, imbatibles, que no se vean alterados por este proceso. Todo el mundo tratará de invertir en ellos, con lo que el precio de sus activos comenzara a subir. Es decir, se sobredimensionarán.

En la tercera fase, o “otoño”, la economía ya se ha frenado bastante, el paro ha ido creciendo por el ciclo retroactivo, y los bancos centrales intentan devolverle la vida a la economía, así que dan facilidades en el crédito, bajando tipos de interés.

Los trabajadores siguen igual, las empresas empiezan a ganar bastante dinero por el descenso en los costes (por un endeudamiento fácil y barato).

La economía crece, y claro se potencia aun mucho más todas esas semillas que habían salido antes, los bienes sobredimensionados que todo el mundo cree que son la panacea. Así que su crecimiento es aun mayor. Se vuelven bienes especulativos.

En la cuarta fase, o “invierno”, los inversores se dan cuenta de que esos activos no valen lo que valen. O los compradores, endeudados a largo plazo, ya no pueden pagarlos. O su demanda ha cambiado súbitamente, como una montaña de naipes que se derrumba por un simple soplido.  Surge el pánico, ya que no hay nuevos inversores, y los precios empiezan a caer. Surge la deflación, el parón de la actividad económica.

Los bancos que se hayan endeudado pueden quebrar, ampliando más el pánico. La economía entra en recesión.

Con el tiempo las empresas que han permanecido en pie vuelven a encontrar nuevos caminos para la recuperación y se genera el ciclo de recuperación económica.

Y hasta aquí el ciclo Kondratieff. En realidad está mucho más detallado, sólo he explicado lo más significativa, ya que se explaya en cuestiones más puntuales, como las materias primas, los diferentes activos financiero, etc.

En general, basa su argumentación sobre la generación de la crisis en dos cosas. La inflación, fenómeno económico que no se puede arreglar de forma natural, al menos no todavía. Y la condición humana, que nos endeuda en cualquier tipo de inversiones con riesgo, muchas veces, por que no queremos ver lo que tenemos antes nuestras narices. Y nos quemamos una y otra vez.

Tipos de interés. ¿Subir o bajarlos?

Los tipos de interés determinan de forma crucial la inversión. Y la inversión es una de los mayores precursores de la economía, tanto en el corto plazo como en el largo plazo.

Mantener unos tipos de interés bajos significa facilitar la financiación en un periodo en el que todo el mundo está cargado de deudas. Elevarlos es cargarse una gran oportunidad de facilidad de crédito a aquellos que lo necesitan para iniciar la actividad empresarial. Y sin actividad empresarial no hay empleo.

Pero esta todo lleno de baches y problemas. No podemos asegurar que el crédito fácil no vaya a ser destinado al pago de deudas, lo cual en el medio plazo no hace sino crear aun más deudas.

No podemos tampoco asegurar que el crédito no vaya a ser utilizado para inversiones de corto plazo especulativas, expectantes de una recuperación palpable.

Claro, está el manido uso de la libertad como respuesta a todo. Demos dinero fácil, si alguien entra en una espiral de deudas es su problema. Sin embargo, el verdadero problema es que es lo que venimos haciendo desde hace años, y es justo lo que nos ha traído hasta aquí.

La única solución es garantizar un uso correcto del crédito. Lo cual es imposible.

Análisis del paro por Comunidades Autónomas.

El paro medio de el último cuatrimestre de 2009 fue del 18,83%, sin embargo, podemos ver una gran divergencia entre las comunidades, no tanto en la evolución, sino en el propio dato.

A partir de la evolución regional de la tasa de paro de cada comunidad autónoma podemos ver varias cosas de interés. De nuevo, si pinchan en las imagenes se ven más claramente.

Debo decir primero que he excluido del gráfico general a Ceuta y melilla y al total. No ha sido por simple gusto, sino por que sus tasas, de forma histórica, han sido bastante diferentes a las del resto, manteniéndose bastante altas, como podemos ver aquí:

He partido desde las tasas de 2007 para situarnos en un año de referencia estable. Así que si vemos el gráfico general:

Es todo muy caótico, lo sé, pero no se preocupen. Vayamos por partes.

Lo primero que podemos ver es que en general todo ha seguido la misma senda, una onda en forma de s invertida que aun no ha empezado a bajar.

Eso nos da pie a pensar que todas las comunidades se han visto influidas por las mismas medidas económicas, y ninguna ha despuntado de una manera claramente visible, tanto de forma negativa como positiva, por unas actuaciones diferentes.

El montante que el gobierno dio a las comunidades para que invirtieran en sus territorios se ha gastado en prácticamente los mismos tipos de inversiones de corto plazo, y tendremos que esperar más para ver si hay algún cambio en el largo plazo, cosa que dudo.

Además podemos ver como el diferencial entre comunidades ha aumentado. Desde una divergencia de un 8% (en 2007, el mínimo se encontraba en un 5% mientras el máximo se encontraba en un 13%) hasta una 17% (en este último cuatrimestre va desde el 10% hasta el  27%). Esta divergencia se encuentra dentro de lo normal, ya que aunque todas siguen una tendencia similar, parten de situaciones ya distintas de por si.

Cuando uno ve los datos reales tiende a asustarse, por el gran diferencial de paro que existe.

Como podemos ver:

Sin embargo, podemos hacer otra cosa, y es ver cuanto ha aumentado el paro en proporción.

Para ello, primero he calculado la media cuatrimestral del 2007 de cada comunidad, y he dividido el último dato sobre éste. SI en 2007 tenia un paro medio del 4% y ahora lo tiene del 8%, la operación nos dará 2, es decir, que se habrá doblado. Veámoslo por comunidades:

Aquí vemos menos divergencias, aunque aun las hay. Prácticamente y en media, las comunidades han doblado su paro. Esto es lo que explica que se haya doblado el diferencial.

Viendo este podemos ver algo más claramente que comunidades han tenido un ciclo bastante más suaves y cuales lo han tenido peor.

Por ejemplo, tomemos el caso de Andalucía. Tiene uno de los datos más altos, junto a Las Canarias, pero ese dato no va en discordancia con la tónica general (el doblarse), sino que sigue su misma senda, casi a la perfección. Lo que nos encontramos entonces es como un problema de tipo estructural, es decir, el problema lo tenía ya de antes.

A Navarra le pasa lo mismo. Que tenga la tasa más pequeña se debe a su propia estructura económica, ya que partía de un 4% de paro al finalizar 2007.

A la hora de analizar, por tanto, la coyuntura regional de la crisis, no podemos pensar que Andalucía “lo haya hecho peor” que Navarra, sólo por que tengo mucho más paro. El único dato negativo que podemos extrapolar es la gran capacidad de Andalucía de seguir aumentando el paro, ya que uno tendería a pensar que a mayores tasas, menor crecimiento (una ley reverenciada en economía como la de los rendimientos decrecientes, que se cumple, por ejemplo, en Ceuta y Melilla).

Como contraejemplo tomemos el caso de Murcia y Extremadura (de nuevo, excluyo Ceuta y Melilla, por que ya tenían mucho paro de por si). El primero tríplica su paro, y el segundo sólo lo aumenta un 50%. Aquí ya nos encontramos con análisis más diversos, y que no serian tan sencillos de analizar.

El primero se encontraba con una tasa del 7% a comienzos del 2007, mientras que el segundo tenia casi el doble, el 13%. Sin embargo, actualmente, ambos cuentan con una tasa parecida, rozando el 22,5%.

No voy a meterme más en el análisis por que no tengo datos y sería todo un simple “quizás”.

Lo único que quería con este estudio es disertar sobre las diferentes formas de ver los extremos.

Todos los números cuentan, pero cada uno para lo suyo.

Análisis de la crisis. Cuarto trimestre de 2009.

Todo el análisis se basa en los datos recogidos por el INE (más concreto en su nota de prensa actualizada con el dato del cuarto trimestre de 2009). Si pinchan en las imagenes se ven mucho más claras. Los datos están a precios constantes y ajustados por la estación.

Comenzando ya el 2010, todo análisis o debate que pueda relacionarse con la economía se basa más en la salida y el despegue económico que en la propia crisis. Esto se deriva de la competencia internacional a la que todos estamos sometidos, que hace que debamos impulsar la inversión extranjera y los buenos resultados contables aun sin saber realmente si la crisis como tal ha pasado ya del todo.

No en vano, el crecimiento intertrimestral de algunos de los países más importantes ha tenido un cierto retroceso, si bien en los análisis se utilizan los datos interanuales, por su mejor correspondencia con la evolución de la producción a examinar.

Así pues podemos decir que el crecimiento Español en términos interanuales del ultimo trimestre ha sido del -3,1%. La producción del país ha bajado con respecto a la del año anterior en las mismas fechas, pero el descenso es menor que el acontecido en el tercer trimestre, que fue de -4%. La importancia de este ascenso en la escala negativa significa que ya no va a seguir empeorándose la economía, sino que ya a cogido la senda de la recuperación, y en unos cuantos trimestres podemos registrar tasas positivas de crecimiento.

Ahora bien, esta “mejora”, de pasar de un descenso del 4% a uno de 3,1%, ¿Cómo se enmarca internacionalmente?

Pues nada bien, la verdad. En la siguiente gráfica podemos ver la evolución internacional de las tasas de crecimiento.

En el caso de Alemania, por ejemplo, a pasado de un crecimiento del -4,8% a un -2,4%, es decir, una mejor de 2,4 puntos, muy superior a nuestro aumento del 0,9.

De hecho, podemos ver como este último trimestre ha sido el primero en el que el se ve una divergencia entre España y la Unión Europea.

Gráfica del documento del INE

Como podemos ver aquí, España comenzó a sufrir la crisis a partir del año 2008, y las tasas de crecimiento negativas aparecieron en su último trimestre. Sin embargo, el crecimiento siempre ha sido superior al de la Unión Europea. Aun cuando decrecíamos, lo hacíamos en menor medida que el resto. Excepto en este último trimestre, que como podemos ver, la línea Española se enmarca, por primera vez en varios años, por debajo de la  medio Europea.

La respuesta no es clara, pero podemos intuir que es por la crisis de expectativas que ha generado una debacle española, visible claramente en el paro. Realmente no estábamos peor que otros países, pero poco a poco nos hemos ido metiendo en un agujero del que nos va a costar alzar la vista al mismo tiempo que nuestro vecinos. El paro, y la reducción del crédito, problemas que no empiezan todavía a solucionarse claramente, pueden tener la culpa.

Podemos desagregar el PIB en sus diferentes apartados para intentar explicar de una forma más correcta la evolución a lo largo de la crisis.

En primer lugar, podemos ver la evolución del consumo de los hogares. Su movimiento es mucho más lento y no llega a tasas tan bajas como la inversión, sin embargo su participación en el conjunto si es mucho mayor, por lo que pequeños descensos pueden afectar más a la economía. En general afectado por el aumento en la propensión al ahorro y el descenso del número de empleados. Se puede decir que realmente no ha habido problema “real” de renta media, por que el gobierno se ha encargado a base de muchas ayudas de asegurar esta perpetuación en la renta.

El ahorro acabará llegando a la economía, pero el déficit tiene que frenarse, y el número de parados sigue en aumento. Cuando las ayudas se acaben, y por tanto los parados no puedan recibirlas, el consumo podrá ser un problema mayor.

En cuanto a la inversión, vemos el descenso claro que repuntó ya a mediados del 2009. Sin embargo, las condiciones pobres en crédito y las bajas expectativas frenan su pronta recuperación, la cual se basa en mayor parte en bienes de equipo, buena noticia para el sector industrial, pero habrá que esperar a que esta “mejora” se asiente para empezar a ver incrementos en la demanda de trabajadores.

Un pequeño impulsor de la recuperación podría ser el sector exterior, ya que con el descenso de la demanda nacional han bajado también las importaciones, mucho más que el descenso en exportaciones.

En definitiva, seguimos en esta crisis de demanda, con previsiones a corto plazo bastante positivas, con evoluciones crecientes en todas las tasas de crecimiento (que aun no llegan a ser positivas), pero con una estructura que deja mucho que desear para el medio plazo.

Quizás la propia recuperación económica se encargue de arreglar la estructura, pero es un proceso de montaña rusa invertida. Hemos bajado mucho de golpe, y subir la nueva cuesta va a ser un proceso más largo.

Dinero. Origen, sentido y existencia.

Las economías de truque son aquellas en las que los individuos intercambian unos bienes por otros. Aunque parezca algo alejado de la actual realidad, aun existen economías que rozan este intercambio en situaciones de grandes crisis, ya que es un intercambio natural que no depende de ninguna instancia económica ni instituciones. Yo tengo esto, tú eso otro, intercambiémoslo.

Sin embargo, existen problemas derivados de este tipo de economías, como la dificultad en realizar de forma continua intercambios que sean provechosos. Esto es por el llamado efecto de “doble coincidencia de deseos”. Algo que puede parecer simple, pero que afecta de lleno al tener muchos individuos que tienen bienes que no pueden intercambiar porque aquellos que los desearían no tienen los bienes que estos querrían. Esto impide en cierta manera la especialización y dificulta el proceso económico.

Sin embargo, las sociedades siempre han tenido a mano bienes que han sido fácilmente intercambiables, por el hecho de que todo el mundo los necesitaba o los deseaba de alguna manera. Los metales, la sal, las puntas de flecha, las piedras preciosas… Estos bienes rompen en cierta manera esa “doble coincidencia de deseos”, ya que de manera natural se facilita el intercambio por ese bien. Si quiero un pollo da igual que el individuo al que le venderé mis patatas no lo tenga, siempre que me pueda dar alguno de esos bienes que son fácilmente intercambiables, que podré dar el que tiene los pollos.

Estos bienes derivan hacia los que son de tipo duradero y fácilmente divisibles, es decir, los metales. Con el tiempo, y para organizar todo, surgen instituciones que certifican la acuñación del metal, que garantice su valor.

En definitiva, el dinero, no es más que aquel elemento que sirve como medio de intercambio, aceptado por todos los individuos, que depositan su confianza en el.

Esta confianza puede llegar a ser tal que el medio de intercambio tenga un valor económico muy superior al del coste.

Con estos bienes, con este dinero, se facilitan y agilizan los intercambios, y la gente puede especializarse mucho más, por lo que aumenta la productividad.

Además de poderse intercambiar por cualquier elemento (ya que el dinero además, cuantifica los bienes), puede intercambiarse en cualquier momento del tiempo, es decir, se puede guardar. Se facilita el ahorro (algo que no podías hacer si tu único medio de pago eran los pescados, por ejemplo).

Una vez que podemos guardar nuestro ahorro, o nuestra capacidad de compra, también podemos prestarla a otros, con determinadas condiciones y a cambio de una ganancia. Se generan, por tanto, cesión en la capacidad de compra, desde un agente excedentario hacia otro deficitario.

Sin embargo, aquí pasa como en el intercambio de bienes, se necesita la “doble coincidencia de deseos” para que se junten dos personas desconocidas, es decir, con escasa confianza entre ellos, que tengan en mente las mismas condiciones en la cesión. Como esto es difícil y costoso, surgen las instituciones que se encargan de mantener los ahorros y prestarlos. Los primeros agentes, los orfebres, ya se dieron cuenta de que realmente los ahorradores no pedían el dinero de golpe, y que por tanto podían prestarlo por su cuenta, redistribuyendo las ganancias entre los ahorradores y su propio beneficio. Así se crea un incremento en la capacidad de compra que no va acompañada de un incremento en el dinero. Es la llamada expansión del crédito.

En definitiva, el dinero tiene tres funciones básicas que articulan todo el sistema monetario. Es un método de transacción, se utiliza como unidad de cuenta, y favorece la acumulación de la riqueza.

Unión Europea de los 27. Mapa sobre la integración en el tiempo.

El mapa es de estílo cartoon, para un vistazo rápido y nada más, como estamos acostumbrados aquí, pero me ha parecido interesante realizar este tipo de mapa con la integración por bloques que ha ido teniendo la Unión Europea desde sus inicios hasta hoy.

Al pinchar se agranda.

2009 (versión ultra rápida)

Ahora que ya sabemos el último dato del trimestre de 2009 podemos sacar a relucir el gráfico oficial de la tendencia del PIB sobre los dos años más duros de la crisis.

En este punto, poca información puede darnos un análisis rápido sobre la variable agregada, los problemas y a están ubicados, y las previsiones son, en cierto modo, tan reales como la realidad.

El primer dato que podemos análizar es el del descenso del 0,1% intertrimestral del PIB, lo que en último trimestre hemos producido sólo un 0,1% menos que el trimestre anterior.
Tiene parte positiva, en cuanto a que nos acercamos cada vez más a las tasas positivas de crecimiento, y negativa, en cuanto a que la mejora se ha recrudecido (en el 3º trimestre mejoramos de un -1% a un -0,3%, es decir, mejoramos en 0,7 puntos, y ahora sólo hemos merado 0,2 puntos, hasta llegar al -0,1%).

Por otro lado, el verdadero análisis no pasa por atender a como evoluciona el PIB durante el año, sino con la producción que “normalmente” se habría realizado en este último cuarto trimestre, es decir, el dato interanual.
En este caos el dato es de un -3,1%, lo cual repunta el peor dato (del 2º trimestre). Al contrario que con el dato intertrimestral, la mejoría de la tasa en superior a la del trimestre anterior (ya que aumenta 0,7 puntos, mientras que en el 3º trimestre sólo aumento 0,2).

En definitiva, tenemos una mejora en las tasas de crecimiento, que sin ser positivas se van acercando hacía ello, pero mientras la tasa interanual ha progresado mejor que en el trimestre anterior, la intertrimestral lo ha hecho peor.

Esto ha sucedido también en Alemania, donde parece que ya todo esta solventado. Si miramos su gráfica:


Vemos una aproximación muy fuerte de la tasa intertrimestral hacia tasas negativas de nuevo, y el retroceso que ha habido siendo que en el 3º trimestre ya tenían tasas positivas bien definidas.

Este efecto es un amortiguador de la recuperación de la crisis, que indica que aun no estamos en una época totalmente recuperada (obviamente, lo digo por la economía Alemana), donde las tasas sean positivas per se.
El efecto es sobre todo porque el verdadero empeoramiento se dio en el 4º trimestre del año 2008. El dato intertrimestral no es muy halagüeño, pero como fue peor el del 2008, en datos anuales estamos mejorando.

A ver si preparo un análisis en condiciones.

4º punto de la realidad social: El futuro es incierto.


El futuro no se puede predecir, de ninguna de las formas. El hecho de que todos y cada uno de los seres vivos, el resto de animales, y el planeta como entidad propia, podamos actuar de manera impredecible atienda al libre albedrío que condiciona nuestra vida (quizás el planeta no tenga libre albedrío, es cierto, pero hasta cierto punto, de momento, no podemos predecir todos sus efectos futuros, como terremotos, o tornados, etc).

Los seres humanos somos impredecibles de manera individual. Aunque nuestro comportamiento sigue ciertas pautas racionales que podemos presuponer, modelizar y estudiar.

A través del entendimiento del raciocinio y actuación humanas podemos modelizar de manera más o menos correcto el funcionamiento de los sistema económicos, pero aun así dependeremos en cierta parte de:

–       La desinformación.

–       La invención.

–       La locura.

–       La estupidez (la cual me impide, quizás, acordarme de algo más).

Es decir, en un mundo donde pudiéramos con total certeza modelizar la economía de tal forma que no pudiéramos ir más allá, aun así existirían variaciones impredecibles que podrían destartalar todo.

Eso no quiere decir que no sirva de nada modelizar. De hecho, eso nos facilitará encontrar las novedades o las externalidades que más le han afectado a la variación.

Pero lo que cuenta, es que el futuro es incierto.

Esto nos impide en cierto modo prevenir al 100% las crisis o recesiones, o adivinar el número de la lotería del día siguiente.

Índice

Dinero, crédito bancario y ciclos económicos – Proyecto BitBlio (VI)

–       Dinero, crédito bancario y ciclos económicos (Jesús Huerta de Soto)

  1. Cap V – Efectos de la expansión crediticia bancaria sobre el sistema económico (apartados 1 y 2).

Toda acción humana depende de los fines que queramos alcanzar y de la utilización de unos medios de los que disponemos para ello. El sistema preferencial humano establece una mayor valoración por alcanzar los bienes cuanto antes, postergando (y ahorrando) el consumo inmediato sólo si con ello se alcanza un fin de mayor valoración.

Es necesario este ahorro para participar en las etapas intermedias mediante los bienes de capital para alcanzar estos fines superiores, y por tanto, actuaremos de forma inmediata en el consumo, o invertiremos, en función del beneficio esperado, que siempre será mayor que el presente (pues sino, simplemente no invertiríamos).

El tipo de interés es aquel que pone de común acuerdo los planes de los diferentes individuos con diferentes preferencias temporales, siendo el pago que obtienen los que prefieren el consumo presente  el cobro que obtienen los que invierten en el futuro. En todo el entramado existente que forma el sistema económico, pone de común acuerdo el funcionamiento correcto de los sistemas productivos y económicos a través del ahorro y la inversión.

El discurso es de corte austriaca, y coincide generalmente con la apreciación general del sistema económico productivo (el libro hace un recorrido minucioso y muy (MUY) correcto sobre todo el sistema de acción humana), sin embargo para mi pierde mucho valor cuando introduce sus valoraciones de corte liberal. No acepta ningún tipo de intervención económica gubernamental porque coarta la libertad del individuo, hecho del cual yo no estoy de acuerdo. Pero en general, es uno de los libros que seguiré leyendo a parte, tiene muchas cosas que decir y aunque sus conclusiones no las acate, la teoría está muy bien hilvanada.

Índice del proyecto BitBlio