¿Estaba Marx equivocado?

Karl Marx fue y sigue siendo uno de los personajes que dan al pensamiento económico y filosófico otro giro más de tuerca.
En vez de quedarme con algunas de las ideas políticas, vilipendiadas hoy en día por una experiencia pasada de la que muchos prefieren recelar, paso directamente a la fuente de sus ideas, que son de hecho la fuente de una de las más feroces críticas hacía su propio pensamiento.

Marx era un economista que, lejos de lo que podíamos pensar, utilizaba bastante las matemáticas, para plasmar sus teoremas en una base de economía operativa/analítica.

A través de la misma, llegó a la conclusión de que el sistema capitalista, formado por las empresas, debía quedarse con un beneficio no redistribuido a sus trabajadores, que eran los que de verdad debían poseer ese beneficio, pues ellos lo habían “creado” a través de su esfuerzo.

Marx alude a que mientras existan estas empresas, por la competencia, los esfuerzos en la reinversión se harían cada vez mayores, obligando a las empresas a aumentar esta llamada plusvalía, dejando a los trabajadores cada vez más desamparados.

Esto llevaría consigo una polarización extrema de la sociedad, con unos pocos ricos y una gran cantidad de gente pobre que, una vez llegado el caso, y siguiendo con la llamada “lucha de clases” terminaría por imponerse al propio sistema.

La crítica surgida después termino por destruir la teoría, al observar como empíricamente las clases medias crecían cada vez más. Se alude que Marx vivió en los comienzos de la industrialización, época en la que si hubo un retroceso de las condiciones de vida, lo cual pudieron llevar a su equívoco. En general, por tanto, se da por descartada dicha teoría, ya que la sociedad en su conjunto ha crecido, y no se ha dado esa polarización.

Pero, ¿Estaba realmente equivocado?

Podemos enmarcar a Marx como uno de los economistas clásicos, que usaban aun técnicas rudimentarias de análisis económico. Aun así, el enfoque predominante de la época era el de la redistribución. ¿Cómo se redistribuyen los bienes en la economía? Así que Marx, como muchos otros, dejaron más de lado el aspecto temporal. Así, Marx no tuvo en cuenta el crecimiento económico que se derivaría de las propia generación de capital físico y humano. Pero esto no es algo que invalide aun más su teorema, sino algo que le da más valor.

Si aludimos al hecho de que es ese crecimiento intrínseco del sistema la variable que hacía aumentar las rentas y la clase media, podemos pensar que una vez que se acabe este crecimiento, o cuando se frene, la situación pasará a parecerse más a la descrita por Marx.

Las revoluciones mismas consiguen aumentar la productividad de una forma inimaginable, pero es cierto que los países avanzados crecen menos que los emergentes (cómo China, India o Brasil). Así que podríamos pensar que llegado el momento, las teorías de Marx vuelvan a encontrar su contexto y su validez.

Cuando ese momento llegue, el ser humano, el trabajador, ¿seguirá siendo un factor productivo más o se habrá convertido en el verdadero dueño de la cadena de montaje que es la economía?

Análisis del primer trimestre de 2010.

Aun con cierta tardanza, la información económica que podemos obtener de los cuadros macroeconómicos sobre las cuentas nacionales nos dan una perspectiva general de cómo se encuentra el país, lo síntomas que sigue teniendo y el motor que puede impulsar el crecimiento y la recuperación.

No quiero ser muy exhaustivo, básicamente porque no conseguiría nada con ello, así que daré una óptica muy general de la evolución económica centrándome en este nuevo dato, que, como resumen general, podemos tildar de positivo pero tardío.

Primero: Un gráfico sobre la evolución del PIB, tal cual.


Como vemos, llegados ya al fondo de la crisis, y comenzando una cierta recuperación (en términos intertrimestrales) nos encontramos produciendo al mismo nivel que a mediados de 2006. El problema no es sólo el retroceso de tres años y medio que hemos tenido, sino que la senda de recuperación y el ritmo de crecimiento no van a seguir siendo los mismos hasta dentro de unos años.

Podemos echar un vistazo al comportamiento.

Desagregado entre el efecto interior (consumo, inversión y gasto público), y exterior (exportaciones e importaciones)


Aquí podemos ver la evolución a través del crecimiento interanual (es decir, el crecimiento del primer trimestre de 2010 con respecto al primero de 2009).

Lo primero que vemos es que sí, seguimos con tasas negativas. Si bien hemos comenzado crecer más que el trimestre anterior, aun no hemos conseguido hacerlo respecto al año anterior, si bien el ansiado dato positivo está a la vuelta de la esquina, y la senda creciente está bien definida.

Desglosando, vemos como la demanda nacional ha caído mucho más que el PIB, y que ha sido gracias a la demanda exterior el que no tomáramos cifras tan negativas. En particular, el bajón en el consumo nos hizo importar mucho menos lo cual nos ayudo a mejorar nuestro comportamiento frente al exterior, que ya está empezado a decaer. Una vez que comienza la recuperación en el consumo, volvemos a importar del exterior, y si bien gracias a un comportamiento europeo más rápido, hemos conseguido exportar un 8% más, el efecto creciente de nuestras necesidades de bienes exterior comienza a lastrar el efecto positivo.

Por otra parte, el consumo.

Siguiendo una tendencia claramente similar al PIB, el consumo esta en sintonía con la renta, y las perspectivas de crecimiento y seguridad. El hecho de mantener dudas sobre si seguirás en tu puesto de trabajo, la necesidad de ahorrar por imprevistos, una prevista subida de impuestos futura, etc, hace que ahorremos más y dejemos el consumo para lo más básico. Así que la recuperación del consumo es un buen síntoma, en tanto en cuanto la gente comienza a retomar unos hábitos de normalidad.

En cuanto a las administraciones públicas, podemos ver una gran participación del gasto público al comienzo de la crisis. El crecimiento por tanto se ha ido reduciendo, pero en base a una gran participación inicial. De hecho, el gran déficit acumulado es ahora el problema clave español, además de la tasa de paro, cifras que sobre todo nos arrastran en el corto plazo a tener que dar más intereses para recibir financiación exterior.

En cuanto a la inversión.

Podemos ver una clara primacía en la caída por parte de los bienes de equipo. Esta rúbrica de la inversión nos informa de aquella que  se basa en capital productivo, es decir, en futuros producciones. Unas perspectivas muy negativas del crecimiento económico hacen caer de forma determinante las inversiones productivas de las empresas. Una recuperación, que es además mucho más rápida que el resto de inversiones, nos informa de unas perspectivas más alejadas del negativo horizonte que se nos venía en 2008.

En cambio, es significativo el comportamiento de la inversión en construcción. Había caído mucho menos, lo cual nos podía hacer pensar que tendría un comportamiento más estable, sn embargo, el problema de la construcción es que su ajuste se está realizando de forma muy, muy lenta. Así, mientras las diferentes inversiones comienzan a recuperarse, la construcción sigue cayendo un 10%, y seguirá así, pues no hay tampoco indicios de una recuperación a corto plazo.

El apoyo por parte del gobierno quizás ha podido tener que ver, promoviendo la realización de nuevas infraestructuras que por una lado dieran empleo y por otro no hicieran caer tan de golpe al sector.

Cabe destacar la evolución por sectores.

Hay tres áreas que se han mantenido más estables, Los servicios, apoyados por los servicios del sector público, el sector agrario, que se mantiene estable por que no depende mucho del ciclo económico, y la construcción, que como hemos explicado antes tiene una gran caída estabilizada.

Por otro lado el sector energético y la industria, puramente cíclicos son los que muestran más el comportamiento de la crisis. La energía ha conseguido repuntar crecimiento positivo, y la industria, junto al resto del comportamiento económico, retomará la senda del crecimiento en el siguiente trimestre lo más seguro.

Lo cierto es que los datos no vislumbran nada que no pudiéramos haber previsto de ante mano. La crisis ha retomado una senda alcista que retomará datos positivos en breve, si bien lo importante ahora es consolidar tanto la credibilidad y la confianza, tanto para que la mejora en el consumo y la inversión sigan creciendo, ya que no nos basta con datos positivos, sino con los datos que muestren una consolidada muestra de recuperación para los desequilibrios económicos, es decir, el desempleo, la inflación y el déficit público.

No podemos hablar de una  verdadera recuperación hasta que la economía se dirija sola hacía el futuro, comienza a absorber empleo y a mejorar los datos de superávit exterior y fiscal. Falta mucho, se hará lentamente, y aunque no podemos saber realmente cuando ocurrirá, podemos saber que vamos en la senda oportuna.

Tasa de paro. Análisis del primer dato de 2010.

Cada economía tiene sus particularidades.

Japón, por ejemplo, tiene la deflación, Estados Unidos un gran endeudamiento , y España tiene el paro (y tambien un gran endeudamiento). Como ejemplos aislados.

El problema de todos ellos es estructural, y ese es la verdadera razón de su peligrosidad. Un defecto o un problema puede tener variaciones cíclicas, es decir, que es pasajero, o puede ser estructural, es decir, más o menos permanente, por algunos defectos de base de la propia economía.

Yendo a lo que nos atañe. El paro en España es la viva imagen de que algo se está haciendo mal. Sólo hay que echar un vistazo al gráfico de la evolución (señalo aquí que si se pincha en el gráfico se ve mucho mejor):

Conozco a varios que dirían que hacer un análisis coyuntural del paro es un error, que los economistas nos debemos ceñir al número de ocupados, pero como yo disiento en casi todo lo que me dicen, y a la gente lo que le interesa es el paro, seguimos desde aquí.

Como podemos ver (línea azul), la tasa de paro no ha hecho más que aumentar desde comienzos de 2007 (2º trimestre para ser más específicos). A través del crecimiento de la tasa (línea roja, de echo, esto es otra cosa que también discutirían muchos, al estar la variable en porcentaje no se debería ver el crecimiento porcentual, sino el de suma, lo cual me parece que engaña bastante).

Vemos dos cosas, en primer lugar, que el mayor crecimiento se dio a principios de 2009, y que a partir de ahí el paro creció mucho menos. Es normal, una vez que el paro es muy alto, es lógico que cada vez le “cueste” más seguir aumentando al mismo ritmo. Lo normal es que se estabilice y comience a bajar (que es por cierto otro de los problemas españoles, aumenta de golpe mucho el paro, pero baja muy, muy lentamente). Pero hay otro problema añadido, como vemos, desde mitad de 2009, este crecimiento, que como hemos dicho debería estar estancado, sino bajando, ha vuelto a aumentar e incluso s aumentar su ritmo este primer trimestre de 2010, llegando a una increíblemente alta tasa del 20,05%.

Claro que, cuando uno analiza un país en concreto, no puede saber si lo que le ocurre es atípico o normal. Para ello se compara con los datos internacionales, para ver las diferencias.

El grueso de la flecha es España. Mientras los países comparados (Francia, Alemania, Grecia, Italia, Japón, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos) no han llegado a más del 11%, España se enmarca, entre los países más grandes occidentales, con más del doble de tasa de paro.

Este es el problema. No es el hecho de que aumente brutalmente, que es cíclico, aunque de un ciclo largo del que nos costará bajar, sino el hecho de que nos hemos mantenido siempre pero encima del resto de países, y tenemos una gran capacidad para seguir el camino del resto, y crear unas divergencias de vértigo.

Echando un vistazo sectorialmente podemos ver como hay también algunas divergencias:

Aquí comparamos el dato de paro en el primer cuatrimestre de 2007 con el primer cuatrimestre de 2010. En diferentes áreas: Total, menos de 25, mayor de 25, 16-19, 20-24, 25-54, 55 y más.

Repito lo que repetí hace algún mes cuando hacíamos la comparación regional, hay diferencias, pero estas ya se daban de antes. Si nos fijamos en la línea verde, esta mide el crecimiento que se ha dado en estos 3 años. Por ejemplo, el paro total se ha multiplicado casi por 2,4. Y el resto de áreas por edad se han multiplicado por un margen parecido, comprendido entre el 2 y el 2,5. Es decir, el paro se ha duplicado (o poco más), casi de forma igualitaria en todas las áreas. Claro que aquellas que eran de por si muy altas, como por ejemplo la edad entre 16-19, destacan mucho entre las demás, pero de forma porcentual, de forma comparativa, sigue haciéndolo en la misma cuantía. De nuevo, esto de nota los problemas estructurales, en forma de alto paro y grandes divergencias, y el problema cíclico, que afecta a todos.

Para finalizar, el otro día estaba en una conferencia de Mario Weitz, y le preguntaron que, ya que en otros países, con una tasa de paro mucho menor, la gente se había “sublevado” mucho más, como era posible que aquí siguiéramos como si nada.

Sus explicaciones fueron tres:

–       La gran afinidad entre gobierno y sindicatos.

–       La gran ayuda familiar, una estructura que es más personal que el resto de los países.

–       La economía sumergida. Como dato muy importante, no podemos olvidar que casi un 22% del PIB se realiza de forma sumergida, sin que ningún dato lo recoja. Muchas personas pueden seguir cobrando y trabajando y no salir en las estadísticas.

La única solución posible es, utilizar un motor potente para el crecimiento del PIB que genera crecimiento en el empleo, y curarnos en salud y empezar a mejorar el sistema laboral y erradicar la dualidad total entre indefinidos intocables y temporales desechables.

Hay que abogar por la flexibilidad laboral, ahora bien, hay muchos tipo de flexibilidad, no sólo podemos atender a la más rápida, quitar los salarios mínimos, una medida que, comparativamente con otros países deberíamos aumentar y potenciar.