Pregunta de ElEconomista a Joseph Stiglitz
España apuesta por incrementar la flexibilidad laboral. ¿Es suficiente para salir de la crisis?
El problema de la flexibilidad laboral es que cuando se habla de flexibilidad se habla de reducción salarial. Y aquí hay un típico problema keynesiano de carencia de demanda agregada. Bajan los salarios y baja la demanda consumo. Y si no se consume, la economía no se despierta.
La clave de la flexibilidad, que en Estados Unidos ha representado un salto cualitativo de su economía productiva, ha sido que la flexibilidad va unida al concepto de movilidad, no de reducción salarial. Movilidad de pasar de un trabajo a otro, movilidad de desplazarse de un Estado a otro. Vale, es cierto, ahora nos hemos encontrado con un problema de hipotecas donde la gente está hasta el cuello y se ha frenado esa capacidad para la movilidad. Pero éste es el concepto, la flexibilidad laboral debe basarse en la adaptabilidad, no en menores salarios.
En Estados Unidos las características del mercado laboral son totalmente opuestas a la del caso español.
No voy a entrar en casos valorativos, pero para que os hagáis una idea, se puede fijar el paro medio de Europa en un 8%, mientras que el EEUU entorna el 5%. En cambio, la probabilidad de perder el trabajo en Europa (en un cuatrimestre dado) es del 4%, mientras que en EEUU es del 12% (Aproximadamente claro).
Una es más flexible que el otro, y lo primero que debemos preguntarnos es, ¿Es buena la flexibilidad?
Bueno la respuesta puede no ser tan clara como nos pensamos, y aunque está estudiado que la flexibilidad mejora la eficiencia, es posible que en una mayoría se intenten buscar otro tipo de objetivos (como la incertidumbre).
El problema está en que, ante una crisis, un sistema flexible está más capacitado que uno rígido a capear el temporal.
Una diferencia clara está en la movilidad. Pero en la movilidad como concepto íntegro. No sólo en España hay menos movilidad, es que incluso quizás sería buena que no hubiese.
En Estados Unidos la movilidad se traduce en una redistribución de la población, pero en España tenemos ya experiencia, los que se mueven, pueden tender a irse del país.
Mejores salarios nos esperan en el contexto europeo internacional, y una vez que te pones a moverte, en un contexto cada vez más próximo al conocimiento de idiomas necesarios, el viaje hasta Alemania o a Londres, no es tan difícil de proponer.
En España la movilidad, al menos creo yo, no es un problema. El problema es de incentivos, de calidad humana, de productividad.
Por ello sí que creo que en un sistema de salarios más ligado a la productividad, algo imposible ahora mismo, claro.
Yo, de forma idealista lo tendría claro. Un salario mínimo alto, a nivel europeo, que cubra las necesidades mínimas de cualquier ciudadano en un nivel corto-medio, que vaya creciendo según la inflación.
Y convenios de trabajo en los que los salarios aumenten según la productividad y otros factores. Hay empleos en el que la productividad no crece, no podemos fastidiar a los que están haciendo esos trabajos, ya que debemos recordar otra máxima, todos los empleos son necesarios, todos aportan, y aunque sea mínimamente, como en el ciclo de la vida, todos mantienen correctamente en su lugar al sistema.
De nuevo, obviamente, yo no voy a resolver el problema, no me pagan ni tengo la capacidad para ello. Pero como ciudadano y demócrata exijo que los políticos se reúnan para mejorar de una vez por todas el mayor problema de España, aunque no sé si eso es acaso posible. A corto plazo desde luego que no.